Dirección: Michael Haneke.
Interpretación: Danuel Auteuil, Juliette Binoche, Maurice Bénichou, Annie girardot, Lester Makedonsky, Bernard Le Coq, Walid Afkir, Daniel Duval.
Guión: Michael Haneke.
País: Francia.
Año: 2005.
Duración: 117
min.
El valor de los detalles.
Lo que más me ha impresionado de la película es la duración
de los planos. En unos tiempos en los que estamos acostumbrados a los planos
cortos y de estilo videoclipero, ver una película donde los planos largos son
la base, al principio cuesta un poco, pero poco a poco te vas acostumbrando y
valorando la duración de estos. Es más, a veces he querido que fueran más
largos para poder centrarme más en los detalles. Creo que al ser la duración mayor, hace que te fijes más en los
pequeños detalles, esos en los que en la actualidad, debido a las carreras y al
poco tiempo, no damos valor. El minuto dura 60 segundos, la hora 60 minutos y
el día 24 horas. Y en la película cada minuto se vive como si estuviéramos realmente
en la situación, no se tiende a cortar el tiempo.
Querer mirar más
allá.
Los encuadres fijos de las grabaciones hacen que, en
ocasiones, desees meter la mano en la pantalla o gritar al director para que
mueva la cámara para ver los alrededores. Además lo estático de estos planos,
que superan a veces el minuto de duración, hace que te plantees si lo que estás
viendo es una de las grabaciones que ha realizado el misterioso acosador. Hasta
que la cámara al fin se mueve con un
travelling o una panorámica y nos despejan las dudas.
Mentiras casadas con
mentiras.
La relación matrimonial de la película, entre el
protagonista y su mujer, la vamos desgranando conforme esta avanza. Al
principio creemos que es solo él el que miente a su esposa sobre las
grabaciones. Vemos que le oculta información y no es del todo claro con ella.
Pero poco a poco, vemos que no solo es el marido el que no
es transparente. Podemos intuir, para después confirmar, que su esposa también
le engaña, pero ella de forma diferente. Su jefe y amigo de la pareja, es algo
más. No existe una única relación entre jefe-empleada o amigo-amiga. Las
miradas, los gestos, no son solo de amistad.
Pero el protagonista está tan inmerso en su problema que no
ve la infidelidad que tiene en casa. Sin embargo, algo curioso, es que ella al
comienzo de la película cree que él le es infiel, cosa que ella está haciendo y
le reprocha sus actos.
Su hijo adolescente es el primero en la familia en darse
cuenta lo rota que está. Llega un momento en el que el chico, de 13 años,
intenta huir de casa, refugiándose en la de un amigo de clase. Debo confesar, ya que durante la película te creas
miles de hipótesis, que por unos minutos pensé que el chico también había
recibido grabaciones, pero de su madre con su “jefe”.
¿Dónde está el final?
Esto es lo primero que he pensado cuando ha terminado la
película. Pero al instante he comprendido que el final no existía, o incluso
que ya había terminado mucho antes de que salieran los créditos. En una
película realista como esta, no se debe esperar un final que resalte, que
despeje las incógnitas. La vida sigue, y la película solo dura dos horas.
Reflexionando, he llegado a pensar que el final de la película aparece cuando
el protagonista y el espectador presencian el suicidio. Ahí termina el agobio
del protagonista y por tanto, viendo la pasividad de este, también se vuelva
poco a poco a “la vida normal”. Una vida basada en el olvido del pasado, en el
olvido del sufrimiento.
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